Colmenar de Oreja será declarada
Bien de Interés Cultural
11 febrero 2013
La Consejería de Empleo, Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico a la ciudad de Colmenar de Oreja, según publica el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM).
Fuentes del departamento que dirige Ana Isabel Mariño han explicado a Europa Press que hace unos días el Gobierno regional ha incoado el expediente correspondiente, que abre un proceso administrativo que presumiblemente finalizará en unos meses con la declaración BIC.
La Consejería de Empleo, Turismo y Cultura considera que el casco urbano de Colmenar de Oreja tiene "sobrados" valores históricos, urbanísticos, arquitectónicos, etnográficos y arqueológicos que le hacen merecedor de la máxima protección que contempla la legislación sobre patrimonio histórico.
En concreto, ha valorado que Colmenar de Oreja es uno de los núcleos de población históricamente más importantes del territorio que actualmente constituye la Comunidad de Madrid. Fue durante la Edad Media el principal núcleo de la Encomienda de Oreja; más tarde, con rango de villa, sede del Señorío y Condado de Colmenar, y tiene concedido rango de ciudad desde 1922.
Además, ha sido desde finales de la Edad Media hasta mediados del siglo XIX el tercer núcleo más poblado de la región, tras Madrid y Alcalá de Henares. "Fruto de ello es un importante conjunto de edificios centenarios que han conservado en buena medida su fisonomía original", destacan.
Junto con un número significativo de edificios y obras públicas de carácter monumental, existe un importante conjunto de grandes casas de labor de los siglos XVII, XVIII y XIX que incorporan a su arquitectura, de elevado interés tipológico, otros elementos del patrimonio etnográfico e industrial, como cuevas y bodegas.
Existen también construcciones autónomas de carácter industrial no vinculadas a casas de labor, entre ellas diversas fábricas, talleres, almazaras, hornos de tinajas y hornos de cal. El resto del casco urbano protegido por la declaración está constituido por viviendas de proporciones más modestas, con volumetría y composición de huecos característica, que aportan interés ambiental al conjunto.
También es destacable, según la Comunidad, el patrimonio arqueológico, cuyo alcance e importancia está por determinar, que debe aportar las claves para el conocimiento histórico de los orígenes y desarrollo de la ciudad, objeto de controversia hasta el día de hoy.
LA PLAZA MAYOR, ELEMENTO DEL MÁXIMO INTERÉS
La Plaza Mayor, elemento del máximo interés arquitectónico y urbanístico, es un amplio espacio porticado rectangular que responde a la tipología de plaza castellana tradicional, resultado de una cuidadosa planificación a lo largo de dos siglos.
Se trata de un conjunto de edificaciones homogéneas de sabor popular, con soportales y galerías en todo el perímetro, que incorporan elementos propios de arquitecturas cultas, como pilares y columnas de estilo toscano. Las piezas más significativas de la plaza son el Pósito, terminado en 1792 y el Ayuntamiento preexistente reformado en 1798. Bajo el suelo del conjunto, cruza el túnel del Zacatín, construido entre los siglos XVII y XVIII.
La Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor es el gran edificio religioso de Colmenar, y tiene incoado expediente para su declaración BIC desde 1982. Es una construcción gótica y renacentista realizada entre 1515 y 1615.
El Convento de la Encarnación de Agustinas Recoletas, es otro gran edificio religioso del conjunto histórico. Comenzado en 1639 con trazas de Fray Lorenzo de San Nicolás, es uno de los más importantes conjuntos conventuales que se conservan de este arquitecto.
La Ermita del Santo Cristo del Humilladero es el tercer gran edificio religioso de la ciudad, obra del siglo XVI ampliada en el siglo XVIII mientras que los restos del Convento Franciscano de San Bernardino de Siena, construido a finales del siglo XVI, ocupan una manzana completa en el sector noroeste de la ciudad.
Desamortizado en 1825, actualmente la parcela está ocupada por viviendas, bodegas y otras industrias. Se conserva parte de la arquitectura primitiva, naves del siglo XIX y hornos de tinajas.
La Ermita de San Roque fue construida entre los siglos XVII y XVIII. Muy dañada en la Guerra Civil, fue reconstruida en 1957; y el Cementerio Parroquial fue creado en 1834 y ampliado en 1907. De planta rectangular, incorpora una galería porticada de nichos con esbeltas columnas de fundición.
Por su parte, el Cementerio de Santa Catalina, creado en 1860 y ampliado en 1922, es municipal desde 1987 y tiene estructura de doble claustro porticado. También destaca el Teatro Municipal Diéguez, el edificio civil más importante de la ciudad.
Construido sobre un antiguo hospital, sufrió sucesivas transformaciones para adecuarlo al uso teatral. La configuración de la sala y el escenario datan de 1901 y 1908, respectivamente. El escenario conserva la tramoya de madera, una de las más antiguas de la Comunidad de Madrid.
El Mercado de Abastos es un edificio construido en 1872, según el modelo tipológico en boga en esos años y ha sido recientemente convertido en hospedería, mientras que la Fábrica de crémor tártaro es una interesante construcción industrial de finales del siglo XIX, incluida en el Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid.
FUENTES Y HORNOS
La Fuente del Barranco es una construcción que recoge las aguas que nacen en el barranco del Zacatín. Tiene un pilón cubierto por estructura abovedada de piedra caliza con escudos de la familia Cárdenas. Las partes fundamentales pueden fecharse en 1779.
Por otro lado, está la Fuente de los Huertos es una construcción con galerías de captación de comienzos del siglo XVII, pilón cubierto por estructura abovedada de piedra caliza de finales del siglo XVIII y lavaderos del siglo XIX. El conjunto es de singular belleza.
Los Hornos de Tinajas son construcciones del mayor interés que forman parte del patrimonio etnográfico-industrial. Se conservan seis, recogidos en el Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid. Su volumen exterior es un cubo con remate semiesférico.
El Puente del Pilarejo es una construcción de piedra del siglo XVIII de un solo arco que salva la vaguada que separa el casco urbano del cerro de Santa Catalina.
CUEVAS BODEGA
La arquitectura residencial de Colmenar de Oreja tiene gran interés. Se trata de una arquitectura sobria, ordenada y perfectamente adaptada a las condiciones del entorno, alejada del pintoresquismo y de la ostentación.
Se conservan numerosas casas de labor de los siglos XVII al XX, con tipología perfectamente identificable que incorpora variantes sobre otros ejemplos de su área geográfica. Las puertas suelen tener un cuidadoso tratamiento del zócalo, jambas y dintel, donde se combina la piedra y la madera.
La composición exterior de las fachadas es siempre ordenada y de uniformidad inusual, a pesar de no haber existido ordenanzas. Los patios principales suelen tener soportales en uno o varios lados con columnas de piedra, madera o fundición, y solanas o galerías de madera. Bajo las casas, es habitual la existencia de cuevas-bodega de dimensiones generosas.
Desde el punto de vista paisajístico, la ciudad ofrece una interesante silueta, en especial en sus bordes meridionales hacia el valle del Tajo, contando con magníficas vistas desde el Cristo del Humilladero y cerro de Santa Catalina.
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