COLMENAR DE OREJA EN EL SELECTO GRUPO DE CIUDADES BIC
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid SE aprobó el pasado 26 de Diciembre declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el municipio de Colmenar de Oreja, en la categoría de Conjunto Histórico.
El Gobierno regional ha considerado la importancia histórica de la ciudad, su evolución urbana y el gran número de elementos singulares de interés arquitectónico, etnográfico, industrial e histórico, en un casco que conserva en gran medida el trazado urbanístico original y la arquitectura residencial de los siglos XVII al XX, elementos que la hacen merecedora de esta declaración.
El portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria ha explicado, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que Colmenar de Oreja es uno de los núcleos de población históricamente más importantes de la región. Fue, durante la Edad Media, el principal núcleo de la Encomienda de Oreja y, más tarde, con rango de villa, sede del Señorío y Condado de Colmenar.
Esta ciudad -lo es desde 1922- posee un número significativo de edificios y obras públicas de carácter monumental, además de grandes casas de labor de los siglos XVII, XVIII y XIX, que añaden a su arquitectura otros elementos de patrimonio etnográfico y cultural, como cuevas y bodegas.
Tiene, además, construcciones de carácter industrial no vinculadas a casas de labor --entre ellas, diversas fábricas, talleres, almazaras, hornos de tinajas y hornos de cal--.
El resto del casco urbano, protegido por la declaración BIC, está formado por viviendas más modestas pero de construcción muy característica que dan coherencia al conjunto.
Victoria ha destacado como elementos arquitectónicos fundamentales la Plaza Mayor --rehabilitada por la Comunidad de Madrid el pasado año-- la iglesia gótica y renacentista de Santa María la Mayor, el convento de la Encarnación de Agustinas Recoletas, la Ermita del Santo Cristo del Humilladero, los restos del convento franciscano de San Bernardino, la Ermita de San Roque, el Cementerio de Santa Catalina, el Teatro Municipal Diéguez, el Mercado de Abastos, las Fuentes del Barranco y los Huertos.
LA PLAZA MAYOR
La Plaza Mayor, elemento del máximo interés arquitectónico y urbanístico, es una plaza castellana tradicional, resultado de una cuidadosa planificación a lo largo de dos siglos.
Se trata de un conjunto de edificaciones homogéneas de sabor popular, con soportales y galerías en todo el perímetro, que incorporan elementos propios de arquitecturas cultas, como pilares y columnas de estilo toscano.
Las piezas más significativas de la plaza son el Pósito, terminado en 1792 y el Ayuntamiento preexistente, reformado en 1798. Bajo el suelo del conjunto, cruza el túnel del Zacatín, construido entre los siglos XVII y XVIII.
La Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor es el gran edificio religioso de Colmenar, y tiene incoado expediente para su declaración BIC desde 1982. Es una construcción gótica y renacentista realizada entre 1515 y 1615.
El Convento de la Encarnación de Agustinas Recoletas, es otro de los grandes edificios religiosos de la ciudad. Comenzado en 1639, es uno de los más importantes conjuntos conventuales que se conservan del arquitecto Fray Lorenzo de San Nicolás.
La ermita del Santo Cristo del Humilladero es el tercer gran edificio religioso de la ciudad, obra del siglo XVI, ampliada en el siglo XVIII, mientras que los restos del Convento Franciscano de San Bernardino de Siena, construido a finales del siglo XVI, ocupan una manzana completa en el sector noroeste de la ciudad.
Desamortizado en 1825, actualmente la parcela está ocupada por viviendas, bodegas y otras industrias. Se conserva parte de la arquitectura primitiva, naves del siglo XIX y hornos de tinajas.
La ermita de San Roque fue construida entre los siglos XVII y XVIII. Muy dañada en la Guerra Civil, fue reconstruida en 1957. Por su parte, el Cementerio de Santa Catalina, creado en 1860 y ampliado en 1922, es municipal desde 1987 y tiene estructura de doble claustro porticado.
EL EDIFICIO CIVIL MÁS IMPORTANTE
También destaca el Teatro Municipal Diéguez, el edificio civil más importante de la ciudad. Construido sobre un antiguo hospital, sufrió sucesivas transformaciones para adecuarlo al uso teatral.
La configuración de la sala y el escenario datan de 1901 y 1908, respectivamente. El escenario conserva la tramoya de madera, una de las más antiguas de la Comunidad de Madrid.
El Mercado de Abastos es un edificio construido en 1872, según el modelo tipológico en boga en esos años y ha sido recientemente convertido en hospedería, mientras que la Fábrica de crémor tártaro es una interesante construcción industrial de finales del siglo XIX, incluida en el Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid.
La Fuente del Barranco es una construcción que recoge las aguas que nacen en el barranco del Zacatín. Tiene un pilón cubierto por estructura abovedada de piedra caliza con escudos de la familia Cárdenas. Las partes fundamentales pueden fecharse en 1779.
En el barranco situado al oeste está la Fuente de los Huertos, construcción con galerías de captación de comienzos del siglo XVII, pilón cubierto por estructura abovedada de piedra caliza de finales del siglo XVIII y lavaderos del siglo XIX. El conjunto es de singular belleza.
Los Hornos de Tinajas son construcciones del mayor interés que forman parte del patrimonio etnográfico-industrial. Se conservan seis, recogidos en el Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid. Su volumen exterior es un cubo con remate semiesférico.
El Puente del Pilarejo es una construcción de piedra del siglo XVIII de un solo arco que salva la vaguada que separa el casco urbano del cerro de Santa Catalina.
ARQUITECTURA RESIDENCIAL
En cuanto a la arquitectura residencial, es sobria, ordenada y perfectamente adaptada a las condiciones del entorno. La composición exterior de las fachadas es siempre ordenada y de uniformidad inusual, a pesar de no haber existido ordenanzas.
Los patios principales suelen tener soportales en uno o varios lados con columnas de piedra, madera o fundición, y solanas o galerías de madera. Bajo las casas, es habitual la existencia de cuevas bodega de considerables dimensiones.
Desde el punto de vista paisajístico, la ciudad ofrece una interesante silueta, en especial en sus bordes meridionales hacia el valle del Tajo, contando con magníficas vistas desde el Cristo del Humilladero y cerro de Santa Catalina.
Con esta declaración, Colmenar de Oreja se suma a lista de ciudades ya catalogadas como tales en la región: Chinchón, Aranjuez, Alcalá de Henares, San Lorenzo de El Escorial, Madrid, El Escorial, Torrelaguna, atones, Navalcarnero, Valdemoro, Nuevo Baztán, San Fernando de Henares, y Manzanares el Real.